Título original: This is what happy looks like.
Autora: Jennifer E. Smith.
Páginas: 404
Encuadernación: Tapa blanda con solapas.
Editorial: Suma de letras.
Precio: 17 €
Publicación: Febrero de 2014
ISBN: 978-84-8365-578-8
Serie: ---
SINOPSIS
Jennifer E. Smith me conquistó con su novela La probabilidad estadística del amor a primera vista (sí, los títulos de esta mujer son muy cortos, como podéis ver), y esta novela de la que vengo a hablaros hoy, llevaba bastantes meses en mis estanterías, así que me animé con ella. La portada y el título indicaban que iba a ser un libro romántico, de esos que parece que te inyectan directamente en vena todo el azúcar del mundo, pero para mi sorpresa, y alegría, no fue así.
La vida de dos adolescentes se cruza por error. Graham, un joven actor muy famoso, le manda un correo electrónico a Ellie, una adolescente de la costa. Desde entonces, empiezan una estrecha relación de "amigos por correspondencia", donde solo saben lo que les cuenta la persona que está al otro lado de la pantalla.
Esta situación, aunque se pueda considerar realista, todos sabemos que es prácticamente imposible que suceda. Pero creo que es muy original, pues no he encontrado nada parecido en la literatura juvenil.
Fue exactamente como había pensado que sería, como la primera vez y la millonésima todo en uno, como estar completamente despierto y como perder el equilibrio. Solo que esa vez no era solo él, esa vez estaban perdiendo el equilibrio juntos.
Quizás, lo que más me gustó de la novela, es la forma en la que la autora trata la relación de los dos adolescentes. Supo crear a dos personajes muy creíbles, personas normales al fin y a cabo, y consiguió evitar situaciones irreales y clichés. Graham desde el principio se muestra con Ellie tal y como es: dulce, amable y gracioso. Ella tiene un trasfondo un poco más complicado, pero también con un gran corazón y ese punto dulce, que le hizo ser una muy buena protagonista.
Podríamos decir que ellos son los dos únicos personajes, pues el resto, la mejor amiga de Ellie, su madre, el representante de Graham, sus padres... apenas son trascendentales. Están ahí porque sí, porque deben estar. Y quizás ese sea el único punto en el que la novela me decepcionó. En cada libro que leo, suelo buscar unos personajes secundarios que me engatusen, que me hagan sentir algo, y aquí no los he encontrado por ningún lado.
No se había dado cuenta de lo mucho que podía significar tener a alguien con quien hablar de esa manera, no se había dado cuenta de que aquello podía tratarse de una especie de salvavidas y de que, sin eso, no habría nada que lo rescatara si empezaba a hundirse.
Otro detalle que me ha gustado mucho, es que al principio se nos dejan unos cables sueltos, que hasta el final de la novela no se resuelven. Y digo que me ha gustado, porque este tipo de novelas se suelen centrar tanto en la relación de los protagonistas, que no le dan importancia al resto, pero aquí la autora se la ha dado.
En cuanto al tema de la fama, creo que yo no lo hubiese llevado mejor. Habla de ello con suma sinceridad, y ha conseguido que yo lo pasase mal en algunas situaciones por el acoso de los paparazzi. Graham era criticado y juzgado a cada movimiento, aunque al menos, había algo de respiro entre capítulo y capítulo.
En definitiva, La felicidad debe de ser algo así, ha sido un libro entretenido y adorable. Quizás no sea la mejor historia de amor de la historia, o el protagonista más guapo de todos, pero consigue quedarse con un pedazo de corazón. La autora tiene una forma de escribir muy natural, lo que conseguirá mantenerte enganchado en cada momento.